Una ola de luz y calma: el proyecto textil en Ona Palamós
- Sílvia Seguí
- Jul 14
- 2 min de lectura
Cuando pensamos en decoración, a menudo nos centramos en el mobiliario, los colores de las paredes o la iluminación. Pero hay un elemento con un poder transformador indiscutible que, demasiadas veces, pasa desapercibido: el textil. El proyecto realizado por Jap Contract en el restaurante del hotel Ona Palamós, junto a la decoradora Laura García, es un ejemplo de cómo el textil puede convertir un espacio funcional en una experiencia sensorial.
El textil como paisaje y emoción

Los tejidos colgantes en el techo, con suaves ondulaciones, son mucho más que un recurso estético. Con una paleta de azules y blancos, evocan las olas del mar y el cielo mediterráneo, aportando una sensación de frescura y libertad. Esta instalación, pensada y montada con esmero, transforma el comedor en un espacio que respira calma, movimiento y armonía.
El movimiento de los tejidos acompaña la luz natural y juega con ella, creando una atmósfera cambiante a lo largo del día. El resultado no es solo visual: es emocional. Cada cliente que entra en el restaurante lo percibe. Es una bienvenida sutil, pero poderosa.
Un proyecto con alma colaborativa

Ha sido un proyecto realizado con ilusión, trabajo en equipo y pasión por los detalles. La colaboración con la decoradora Laura García ha sido esencial para lograr una propuesta cohesionada y auténtica. Los materiales naturales que completan el espacio —mimbre, madera y texturas orgánicas— dialogan con los tejidos y refuerzan el carácter acogedor del restaurante.
No se trata solo de decorar: se trata de crear atmósferas que conecten con las personas. Y eso solo se consigue escuchando, compartiendo ideas y trabajando con materiales que hablen el lenguaje del espacio y del entorno.
El valor del detalle en cada proyecto
Este tipo de proyectos nos recuerda por qué nos apasiona el mundo de la decoración textil: porque tiene el poder de dar forma a emociones, de vestir espacios con intención y sensibilidad. Hacer proyectos a medida, escuchar al cliente, entender la esencia del lugar y traducirlo en texturas, colores y volúmenes es parte de nuestra manera de trabajar.
En Jap Contract, creemos que la decoración es mucho más que estética: es narrativa, identidad y, sobre todo, experiencia.